El masaje reductivo es un masaje enérgico, con un ritmo rápido, en algunos casos un poco invasivo y que genera hiperemia (aumento de irrigación sanguínea localizada). Las técnicas más utilizadas son amasamiento, fricciones y percusiones. Por otro lado, no es recomendable abusar de estos, puesto que lo ideal, como siempre es complementarlos con una dieta saludable y ejercicio.
El masaje reductivo es un procedimiento que se realiza un poco más fuerte que en otros masajes. Lo importante, dicen los especialistas, es que quien se someta a estas sesiones no debe quedar con grandes hematomas en la piel, pues eso significaría que su cuerpo estuvo en las manos equivocadas.
De por si el masaje reductivo solo puede ayudar a reducir centímetros a quienes no dispongan del tiempo para ir a un gimnasio aunque combinando ambos se pueden obtener resultados particularmente buenos tanto visuales como de salud.
Ahora bien, esta técnica busca ayudar a eliminar cierto porcentaje de grasa localizada y que por su puesto está de más, a la vez, que estilizar el contorno de la figura logrando una silueta más estética. En este tipo de masajes se trabajan las zonas con mayor cantidad acumulada presente en el cuerpo, provocando calor con especiales movimientos que ayudan a disolver el tejido adiposo.
Otro de los beneficios es que los movimientos y técnicas del masaje reductivo ayudan al intensificar la circulación y el metabolismo local, a reabsorber las grasas e incrementar el consumo de calorías debido al aumento de la actividad motora.