El Bótox, o Toxina Botulínica tipo-A es un tratamiento estético de rejuvenecimiento facial recomendado para eliminar o atenuar temporalmente las líneas de expresión situadas en el tercio superior del rostro: entrecejo, la región central de la frente y las “patas de gallo”.

Desde que se ha descubierto su uso cosmético, la toxina botulínica se ha convertido en una de los tratamientos antiage  de mayor éxito en la medicina estética, obteniendo resultados  increíbles, manteniendo la  expresión natural del rostro. El botox es un medicamento que se aplica en los músculos que causan las arrugas o líneas de expresión muy marcadas, relajándolos y manteniendo la expresión natural del paciente.

La técnica de la aplicación del Botox es muy sencilla, se realiza a través de la infiltración mediante una aguja extrafina de la toxina botulínica en el músculo de la zona que se desea tratar, produciendo su relajación e inhibiendo el movimiento del mismo, no es necesario el uso de anestesia. Los efectos comienzan a notarse desde el tercer al quinto día. De diez a catorce días es el efecto final y se mantiene así en un periodo de  seis meses. Transcurrido el tiempo se puede  volver a aplicarse el tratamiento, ya que es una sustancia que el cuerpo reabsorbe.

El principal efecto del Botox  no es solo eliminar temporalmente las arrugas ya existentes, también PREVIENE  la aparición de las nuevas. Se utiliza tanto en mujeres y hombres. El mejor momento para su uso es cuando las líneas de expresión causan conflicto a la persona.

En lo que se refiere a la eliminación de las arrugas faciales, el botox ofrece claras ventajas:

• Evita lifting facial y todas sus complicaciones.
• Se puede aplicar en cualquier época del año.
• Es una técnica prácticamente indolora y sencilla.
• Sus efectos son inmediatos y se prolongan entre cinco y seis meses.
• Es seguro y no requiere anestesia.
• Raramente produce efectos adversos, como reacciones alérgicas, rigidez facial o náuseas.

Es un medicamento muy seguro. Los efectos que pudieran darse serían por una mala técnica de aplicación. Solo en mujeres embarazadas procuran no hacer tratamientos estéticos. La única excepción es cuando se utilizan los antibióticos aminoglucósidos (para tratar infecciones). Es muy importante que este tratamiento sea aplicado por un especialista conocedor de la anatomía facial.

La toxina botulínica o botox tiene, no obstante otras aplicaciones en medicina. En la actualidad, por ejemplo, se está utilizando para:

El tratamiento de la hiperhidrosis, es decir en personas con una sudoración excesiva en axilas, manos y pies. Con ella se logra disminuirla actividad de las glándulas sudoríparas. Se puede aplicar de forma segura y muy eficaz disminuye la sudoración hasta en un 90%, en un promedio de 6 a 12 meses.

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